¡No al abandono!

Un llamado urgente por la dignidad de las personas adultas mayores en Costa Rica 

Viernes 13 de junio, 2025. En el marco del 15 de junio, Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez, el Ministerio de Salud y el CONAPAM hacen un llamado urgente a la sociedad costarricense: ¡No los dejemos atrás! Esta campaña nacional busca visibilizar una realidad que no puede seguir siendo ignorada: el abandono de las personas adultas mayores.

Datos recientes del CONAPAM evidencian un incremento alarmante en los casos de abandono de personas adultas mayores atendidos mediante sus programas de reubicación y protección. Mientras en el año 2014 se registraban 150 casos, para octubre de 2024 la cifra ascendió a 1.050 personas en condición de abandono, lo que

representa un aumento de mas del 600% en una década.

El abandono no es solo una forma de indiferencia: es una forma de violencia silenciosa y estructural. Dejar a una persona adulta mayor sin apoyo, sin compañía o sin cuidados esenciales vulnera sus derechos, atenta contra su dignidad y pone en riesgo su vida. Esta realidad debe ser reconocida y enfrentada con la misma prioridad que cualquier otra forma de maltrato.

Costa Rica cuenta con un marco normativo sólido. La Ley No. 7935, Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, tipifica diferentes formas de violencia y establece mecanismos de protección. Con la aprobación de la Ley No. 9857 y su reforma mediante la Ley No. 10217, se incorporó el delito específico de abandono de personas adultas mayores, sancionado con penas de hasta diez años de prisión en casos graves. Estas leyes representan avances importantes en la defensa de los derechos de esta población.

El trabajo articulado entre el Ministerio de Salud y el CONAPAM, junto con la activación del Sistema Nacional de Cuidados (SINCA) mediante la Ley No. 10.192, permite avanzar hacia una red de apoyo más efectiva y respetuosa de los derechos de las personas adultas mayores. El artículo 232 del Código de Familia establece, además, la obligación legal de hijas, hijos, nietos, hermanos y otros familiares de brindarles cuidados, sin menoscabar su autonomía.

Las personas adultas mayores no pueden seguir siendo invisibilizadas. No pueden vivir sin atención, sin afecto, ni bajo condiciones indignas. La vejez debe ser una etapa protegida, con calidad de vida, seguridad y respeto.